Como cada mañana de nuestro circuito nos toca levantarnos pronto. Esta vez las maletas las dejaremos en el hotel de Chiang Mai y sólo llevaremos una pequeñita con lo justo para pasar la noche en Mae Hong Son. Desayunamos muy bien como siempre y nos preparamos. Nuestro vuelo con la Thai sale a las 10.
Es un avión muy pequeño, con hélices y no caben más de 60 personas. El vuelo dura 40 minutos y sobrevolamos montañas y montañas. Nos dan un zumo y un pastelito( Un 10 para la Thai). Nos comentan que con mal tiempo hay que ir por carretera y son unas 10 horas. En un rato estamos llegando al aeropuerto, el más pequeño que he visto en mi vida y con una pista apta para aviones muy pequeños( y no apta para aprensivos).
Allí nos esperan dos todoterrenos y nos encaminamos hacia el poblado de las mujeres jirafa,de la etnia padang, cerca de la frontera con Birmania.El trayecto dura una hora más o menos y es terrible. Baches,curvas y caminos impracticables hacen que vayamos dando tumbos en la parte de atrás. Por lo menos disfrutamos del paisaje que es espectacular. Hacemos una parada en una tienda local para comprar algo para los niños. Nuestro guía nos dice que están acostumbrados a los turistas y que son muy pobres. Compramos de todo, desde leche hasta galletas y patatas fritas. ¡y nos cuesta menos de 3 euros- 270 baths!
Supermercado local
Por fín llegamos al poblado un poco mareados. Bajamos, andamos 5 minutos y vemos las primeras casas. A la entrada nuestro guía nos explica como son y como viven, y cogemos un collar( pesa bastante). Entramos en el poblado y está lleno de niños que corren hacia nosotros al vernos con regalos.
Entrada al poblado
Muy educados, se quedan parados delante tuya y cuando les das algo te hacen el saludo con las dos manos.¡ que graciosos! Nos impresiona ver esos collares en el cuello, estamos alucinando. Las mujeres tienen tenderetes a ambos lados del camino y sus casas están diseminadas por los alrededores.
Mujer jirafa en su puesto
Hombre transportando alimentos
Se dedican a vender artesanía y dejan que les hagamos fotos sin problemas. Mientras nos adentramos en el poblado vienen más niños y seguimos repartiendo regalos. Hacemos algunas compras pero no regateamos nada. Bueno,solo que nos dejen hacer fotos con las vendedoras.
Poblado
Vamos bajando y vemos la escuela, alguna pequeña tienda de comestibles y hasta un partido de fútbol con niños locales. Aquí viven, aparte de lo que da el campo, del turismo, y ven a los turistas como algo necesario( o no). Pero no se me olvidará la mirada de esas niñas y mujeres jirafa. Una mirada indiferente, triste, cansada y resignada hacia nosotros los turistas, que las hacemos esclavas de las fotos.
La escuela
Saliendo del poblado
Nos vamos del poblado un poco tristes al ver en que condiciones tienen que vivir estas personas pero también impresionados por todo lo que hemos visto.
Seguimos nuestro camino y una hora después de pasar curvas y subidas llegamos al otro poblado previsto en las montañas. Son refugiados chinos Hmong y hay más de 200 niños. Se nos ponen en fila porque saben que les traemos comida. Ante la avalancha de niños hacemos lo que podemos y repartimos lo que nos queda.
La piscina y la terraza para desayunar
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