martes, 31 de mayo de 2011

Cantabria es infinita y monumental

Cantabria, además de ser infinita por su grandeza, es monumental. Me ha sorprendido gratamente la cantidad de bonitos edificios, iglesias, localidades con encanto, palacios señoriales o museos que nos hemos encontrado por el camino.


Hoy os voy a hablar sobre la parte monumental de mi viaje a Cantabria, incluidos los alojamientos que hemos disfrutado.  Para este encuentro de blogueros nos hemos alojado en dos buenos hoteles de la provincia de Cantabria. El primero ha sido el  Hotel Balneario de Solares, a 20 kilómetros de Santander. Es un 4 estrellas elegante, de ambiente super tranquilo y con una variedad de tratamientos de belleza y descanso como no he visto igual. Os doy algunos ejemplos de la carta que encontré en mi habitación :

- Tratamiento facial de oxígeno, 51 euros.
- Masaje con caracolas, 51 euros
- Presoterapia ( que no sé lo que es ) 20 euros.
- Masaje con algas, 46 euros
- Envoltura de fango de miel y jalea real, 37 euros.  

Podía haber en la carta más de 60 tratamientos a elegir, lo cual revela la importancia que le dan aquí al bienestar de cuerpo y mente.



Cuenta con un spa que, lamentablemente no pudimos disfrutar por un retraso en el vuelo, pero me cuentan que es una gozada. Para colmo la cena aquí fue sorprendente ( ya escribiré sobre ella ) y el trato muy correcto.

El segundo alojamiento que disfrutamos fue en Santander, el Hotel Bahía, un clásico con una situación inmejorable para descubrir la ciudad, con amplias habitaciones y un desayuno buffet completísimo ¡con  jamón pata negra recién cortado!. Todavía lo recuerdo y me emociono.
 Cuenta con muchos detalles entre los que destaca el wifi gratuito ( ¿ porqué todos los hoteles no tienen wifi gratis?). Un hotel muy recomendable si vas a Santander por situación, amplitud y servicio.

Habitación del Hotel Bahía



Hablar de Santander es hablar de una ciudad elegante, señorial, ordenada, limpia y muy ambientada. Pasear por sus calles es una delicia y admirar la arquitectura de sus casas un placer. Hay tantos rincones con encanto que me sabe mal nombrar sólo unos cuantos: la península de la Magdalena con su elegante Palacio, la espléndida playa del Sardinero con su paseo marítimo, el Paseo de Pereda, el puerto, su catedral, la Plaza Porticada, etc etc.
Hay mucho que ver y además el ambiente en las calles es de aupa. Al ver tantos bares me quedé con las ganas de irme a tomar unos pinchos pero los programas en este tipo de viajes están muy concentrados y no hay tiempo para mucho. Para mi gusto, en un blogtrip debe haber tiempo para que uno mismo investigue, descubra y se integre en la ciudad ( una libertad e independencia a la que estoy acostumbrado cuando viajo). Pero eso es otro debate que no viene al caso.

De entre los primeros lugares visitados en Santander ha sido el Museo Marítimo del Cantábrico, donde los bloggers invitados tuvimos un encuentro con el consejero de Turismo y Deporte, D. Francisco López Marcano, hombre culto y gran orador, que nos dió una auténtica lección de Geografía e Historia. De entre las muchas anécdotas que contó me gustó una antigua frase de un célebre romano hablando de los cántabros   " pueblo belicoso que si no encuentra enemigos fuera, los busca dentro"...¡¡Por suerte hoy en día han cambiado!!.


El consejero en plena charla

Después del encuentro pasamos a descubrir el  interesantísimo museo marítimo y su acuario. Todo lo relacionado con el mar cantábrico, la pesca y este modo de vida están representados aquí: herramientas de la mar, antiguos mecanismos para la subasta del pescado, explicación de diferentes tipos de pesca, o información sobre la expedición científica Bustamente- Malaespina, que recorrió el mundo en 1879 en sus barcos durante 4 años y regresó a España con multitud de hallazgos, son algunos de los objetos e información que podemos encontrar en este coqueto museo.

Esqueleto de cachalote

A destacar los impresionantes esqueletos de cetáceos a la entrada del museo, y más cuando el guía nos explicaba la vida de estos animales, su peso, longitud... ¿ Sabíais que con las barbas de la ballena se hacían corsets y varillas para paraguas??  Lo dicho, un museo muy completo sobre todo lo relacionado con el Mar y Cantabria. 

Información sobre la expedición Bustamante-Malaespina

Una de las localidades con más encanto de Cantabria, San Vicente de la Barquera, ha sido otro de nuestros destinos. Situada en el Parque Nacional de Oyambre, es ciudad marinera por excelencia y una de las estampas más bellas que te puedes encontrar en Cantabria. Tiene un cuidado casco antiguo con castillo, un bonito puerto pesquero, muy buenas playas y una gastronomía marinera basada en productos frescos que no olvidaréis. Todo en este pueblo está orientado al mar, su inseparable compañero y  un paseo por sus calles hace que sientas esa mágica atmósfera marinera.  Crucé su famoso Puente de la Maza ( de piedra y del siglo XV) sin respirar, por lo que se supone tendré mucha suerte o se cumplirá mi deseo...

Imagen de San Vicente de la Barquera

En Comillas, preciosa localidad famosa por su Universidad, pudimos visitar su casco histórico y el Palacio de Sobrellano, la opulenta residencia de estilo neogótico del Marqués de Comillas. Una visita guiada por sus rincones más importantes me hizo comprobar que aquí no andaban mal de dinero. Más bien todo lo contrario.

Palacio de Sobrellano

Junto a él hay uno de los edificios con más encanto de Comillas: Villa Quijano, comunmente conocido como El Capricho, de Gaudí, antigua residencia de verano del cuñado del Marqués de Comillas. Un edificio singular del siglo XIX en donde se aprecia claramente el estilo de este genio de la arquitectura mundial.
Hoy en día está regentado por unos Japoneses que incluso han intentado llevarse esta singular casa a Japón, pieza a pieza. De momento sigue en Comillas y la visita cuesta 5 euros.
 
El Capricho, de Gaudí
Como no, una de las visitas ha sido Santillana del Mar, unos de los pueblos más bonitos de España y al que llaman el pueblo de las tres mentiras porque ni es santa, ni llana ni tiene mar ( aunque nuestra guía desmiente el dicho completamente y nos cuenta que el nombre viene de Santa Juliana ). Ya la conocía de una anterior visita y andar por su centro histórico es volver a la Edad Media, un retroceso en el tiempo que hace que pasear por sus calles adoquinadas sea una delicia.



Aquí abundan las tiendas con los productos típicos de Cantabria, comercios y restaurantes. Hay, además de un casco histórico muy bien conservado, siete monumentos declarados bienes de interés cultural entre los que destacan la colegiata del Santa Juliana ( martir a la que acabaron cortando la cabeza y de ahí el nombre del pueblo) y el Claustro del siglo XII, o los Palacios de Mijares y de Viveda.
Algo que no me gustó fue la cantidad de coches que había por sus calles, me costó bastante evitarlos con mi cámara. A mi modo de ver deberían restringir aún más el paso de vehículos a este casco antiguo, que merece ser visto tal cual era hace cientos de años.

Colegiata de Santa Juliana
Una de las sorpresas del viaje ha sido Bárcena Mayor, un pueblecito del valle de Cabuérniga, en el que parece que el tiempo no haya pasado. Escondido en medio del valle encontramos esta población de casas centenarias, calles adoquinadas y una tranquilidad fuera de lo normal. Además no hay tanto turista como en Santillana, lo cual se agradece. 


Un rincón de Bárcena Mayor

Allí compramos sobaos y anchoas, además de hacer algunas fotos de productos típicos de la tierra como los chochitos ricos, los dulces orgasmos o el hijo Puta, un licor de hierbas con un nombre muy comercial. Os recomiendo este pueblecito de montaña lleno de encanto. 



 


Cantabria tiene mucho más que ver, evidentemente, y para nosotros sólo ha sido una toma de contacto pero nos ha servido para comprobar los encantos que tiene esta tierra y la cantidad de lugares dignos de visitar. Parajes como los picos de Europa o preciosos pueblos como Potes los dejaré para la próxima escapada a este bella tierra.

La próxima entrega de Cantabria infinita os estimulará las papilas gustativas, ¡ Os lo aseguro!.


La Universidad de Comillas

Datos de interés

- Hotel Balneario de Solares. Avenida Clavo Sotelo 13, Solares. Tel. +34 942 521313

- Hotel Bahía, Avenida de Alfonso XIII, 6. Santander. Tel: +34 942 205000

- Museo Maritímo del Cantábrico, Santander. Entre el promontorio de San Martín y la playa de los Peligros. Precio: 6 euros.

- Palacio de Sobrellano, Comillas  Precio: 3 euros Tlfno: 942 720339 

Para más  información y fotos sobre mis viajes podéis visitar mis páginas de Twitter, Facebook y Flickr.

jueves, 26 de mayo de 2011

Manifiesto de Cantabria

Durante nuestro viaje por tierras Cántabras hemos disfrutado mucho de la tierra y comido de maravilla, es cierto, pero también hemos aprendido e intercambiado ideas entre compañeros que tienen blogs de viajes. Aquí surgió la idea de hacer este manifiesto ( Marc Serena es un fenómeno), unas normas básicas que creemos todo blog de viajes que se precie debería cumplir. La idea es conseguir una mejor blogosfera, más libre y transparente.



Esta es la página en cuestión http://manifiestodecantabria.blogspot.com/ donde podéis sumaros a esta iniciativa. Básicamente estos son los puntos del manifiesto, los podéis encontrar en la web arriba indicada:

1.Generosidad. Del mismo modo que a uno le gusta informarse con otros blogs, es vital que uno mismo contribuya con su punta de vista a hacer más plural la blogosfera.


2.Sinceridad. Fingir no tiene sentido, el lector busca autenticidad. No hay que tener miedo a ser sincero y a decir, también, lo que no nos ha gustado de nuestros viajes. También en los blogstrips, cada vez más habituales.

3.Interacción. Hay que formar parte de la comunidad. No tiene sentido aislarse ni vivir en su propio blog. Hay que comentar, enlazar y, al final, compartir.

4.Personalidad. El blog puede ser tan diverso, complejo o contradictorio como maneras hay de viajar. Pero nosotros debemos ser el hilo conductor invisible que lo hilvane todo.

5.Originalidad. ¿Qué sentido tiene publicar la misma información que otros? Hay que buscar una especialización, un valor añadido. Un punto de vista único.

6.Exigencia. Nos tenemos que asegurar que la información que publicamos es práctica, precisa y actualizada. Los lectores valoran los textos claros, bien escritos, útiles y de la medida justa.

7.Usabilidad. No vale cualquier diseño y cualquier foto. Hay que esforzarse en dar al blog un entorno lo más adaptado posible al lector.

8.Transparencia. Cuando uno de los enlaces sea patrocinado hay que dejarlo claro. No mezclar opiniones personales sobre un destino o un servicio con la publicidad. Hay que citar la autoría de las fotos que no forman parte de nuestro viaje.

9.Respeto. Basta ya de fotos que se hayan conseguido con dinero o intimidando a la persona fotografiada. Hay palabras que son mejores que una foto poco respetuosa.

10.¡Disfrutar! Hay que disfrutar del blog de viaje…¡Pero nunca más que de viajar!


                                                  http://manifiestodecantabria.blogspot.com/


Playa del Sardindero, Santander
¿ Qué opinas de este decálogo del buen blog de viajes? Si tienes un blog y quieres sumarte a la iniciativa solo tienes que comprometerte en tu blog y comunicarlo a través de manifiestode@gmail.com.
O también puedes seguir el debate en Twitter con el hastag #manifiestodecantabria.
¡¡Esperamos vuestras aportaciones!!

viernes, 20 de mayo de 2011

Cantabria es infinita y Natural

Casi sin darme cuenta estoy subido a un avión rumbo a Cantabria para compartir unos días con compañeros blogueros de viajes y disfrutar de los encantos de esta tierra. Como ya os comenté, un blogtrip es un viaje organizado por una oficina de turismo, ayuntamiento o comunidad autónoma para enseñar y promover los encantos de su tierra.
En esta ocasión somos un grupo de 12 blogs de distinta procedencia: el viajero impresionista, circulos de fuego, mi maleta y yo, la vuelta de los 25, mil caminssabor gourmet, el mundo con mochila, en el mundo perdido, los mejores top 10 , blogs turismo, Machbel y Open Comunication, el organizador del evento. El encuentro ha superado todas mis expectativas y sólo puedo decir cosas buenas de mis colegas, pues con todos he disfrutado, aprendido, reído y comido de lo lindo, y estoy seguro que con el paso del tiempo valoraremos más esta experiencia vivida en tierras Cántabras. He llevado el kit de viajes completo, netbook, cámara de fotos y smartphone, que se han covertidos en elementos básicos en un bloguero de viajes.

Kit del blogger de viajes
 
Para hablar de este viaje he decidido no contar minuto a minuto nuestros pasos y visitas sino que voy a hacer una visión global del encuentro en tres entregas ( Cantabria natural, Cantabria monumental y Cantabria gastronómica ), en el que repasaré lo más significativo que he vivido en estos días. Como bien nos han comentado, es una comunidad que con pocos días se puede visitar ya que su  reducido tamaño así lo permite. Y eso es una ventaja.

 CANTABRIA ES INFINITA Y NATURAL

De Cantabria me ha impresionado su naturaleza, sus verdes paisajes ( ¡será que soy del sur!), sus gentes, orgullosas de su tierra y de su pasado sin menospreciar a nadie, además de su excelente y variada gastronomía.
Esta comunidad cuenta con 8 Parques y Reservas Naturales: Picos de Europa, Oyambre, Saja-Besaya, Dunas de Liencres, Peña Cabarga, Collados del Ansón, Marismas de Santoña y Naja y el Refugio de aves acuáticas Pantano del Ebro, así que los amantes de la naturaleza tenéis diversión asegurada.
De entre la infinidad de bellos paisajes naturales que hay en Cantabria hemos tenido la suerte de ver algunos de ellos, como la playa del Sardinero, la "playa" más famosa de Santander. Es linda, fotogénica y desprende glamour por los cuatro costados. Junto a los cuidados jardines de Piquio hicimos una pausa para unas fotos de grupo y fotografiar esta espléndida playa, famosa en el siglo XIX por ser asidua de gente adinerada.

Gracias a Machbel por la foto, me pilló infranti!

El  resultado: el Sardinero desde los jardines de Piquio
Otro de los lugares con más encanto que visitamos de Santander es la Península de la Magdalena, donde pudimos admirar el bello palacio que fue residencia de verano de Alfonso XIII. También ofrece entretenimiento para todos: la playa de bikinis ( por ser la primera de España donde se usó), club de tenis, caballerizas, parques infantiles, mini zoo con pinguinos...En resumen, un magnífico lugar desde donde admirar todo Santander.

La playa del Camello desde La Magdalena

Palacio de la Magdalena

Visitamos también uno de los parques de la naturaleza más importantes de España y Europa, el
Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Entre un impresionante paisaje kárstico podemos ver en estado de semi libertad a más de 100 especies animales de todo el mundo como osos pardos, jirafas, tigres, leones o gorilas. Es tremendamente grande ( una visita normal puede durar unas 3 horas), se puede visitar en coche ya que está perfectamente señalizado y cuenta con restaurante, demostraciones de aves rapaces, leones marinos y exhibiciones de reptiles. Un lugar ideal para las familias y para los amantes de la naturaleza.


Oso pardo en Cabárceno

El gran recinto de las Jirafas y ñús.

Naturaleza en estado puro. Los Valle del Nansa de Cabuérniga  son otros de los lugares que hemos tenido la suerte de admirar en nuestro viaje. Preciosos valles de un verde intenso, con robles y hayas dominados por ríos donde encontramos pequeños pueblos llenos de encanto y donde se respira el típico ambiente rural. Parece seguro que en tiempos de la Reconquista, los cántabros salieron hacia castilla para repoblarla por esta ruta, allá por el siglo IX. Se la conoce como "la ruta de los foramontanos". En la zona abundan los alojamientos rurales y comprobamos el tirón de actividades de ocio relacionadas con la naturaleza, como el senderismo o la bicicleta de montaña.



En Cantabria hay más de 10500 cuevas ( nuestra guía nos dice que los cántabros están huecos), 10 de ellas han sido declaradas patrimonio de la humanidad y entre ellas encontramos la Cueva del Soplao, 18 kilómetros de cavidad natural de una belleza impresionate hacen de esta cueva descubierta gracias a las minas de La Florida, uno de las atracciones más demandadas de toda Cantabria. ¡No se puede explicar con palabras, hay que verla!, nos decía nuestra genial guía, Henar. Y tenía razón, ya que la visión de estas formaciones es simplemente maravillosa, con cientos de estructuras de forma imposible que hacen que este lugar sea mágico. Las fotos están prohibidas, pero a nuestro grupo nos lo permiten. Las dos primeras fotos son cortesía de El Soplao, pero os aseguro que en directo el lugar gana muchísimo más.




Aquí cada sala tiene su historia como el obispo, los fantasmas, "la sirena", llamada así porque unos geológos se introdujeron en ella cuando la mina seguía activa y al escuchar la sirena de una detonación tuvieron que salir a toda prisa, o " el bozque", ya que fue un andaluz el primero que entró en la zona. Una hora de visita que no nunca olvidaré.
Y para los más intrépidos hay una visita de aventura en donde, cual minero ataviados con casco, luz y equipo, se pueden visitar zonas más inaccesibles de la cueva.



El Parque Natural de Oyambre y Comillas ha sido otro de nuestros destinos estos días. Rodeado de playas de fina arena, acantilados y dunas, hemos descubierto localidades como San Vicente de la Barquera o la hermosa Comillas, con su universidad, su cuidado casco histórico, su opulento Palacio o El Capricho, del genial Antonio Gaudí, del que hablaré próximamente.




El famoso puente de San Vicente de la Barquera

Y como no, también visitamos El Museo de Altamira, la que dicen es la capilla sixtina del arte prehistórico. De momento sólo se puede visitar la perfecta réplica y el museo pero parece que dentro de poco se podrá disfrutar de la original, descubierta allá por el año 1879 por Don Marcelino Sanz de Sautuola y su hija.

Imagen de turismoactual.net

Es un lugar perfecto para que nos enseñen quien vivía aquí, como vivían y como se hicieron estas maravillosas pinturas rupestres, únicas en el mundo. Además de la réplica de las pinturas, hay una zona de museo y talleres interactivos sobre prehistoria donde  puedes aprender a hacer fuego o a cazar como hace 15000 años. 
Bárcena Mayor

 Rio en el Valle de Cabuérniga

Como véis, uno de los puntos fuertes de Cantabria es su naturaleza, el verde de sus valles, sus pueblos con encanto, sus bellos paisajes de montaña o su mar Cantábrico. Sin duda tiene mucho encanto natural.
Seguiremos hablando de Cantabria porque también es monumental y, muy muy gastronómica.


Datos de Interés

- Parque de la Naturaleza de Cabárceno.  En temporada alta de 9:30 h a 18:00 h, excepto Julio y Agosto de 9:30 h a 19:00. Precio: adultos 20,50/14,50 temporada alta/baja.
-  Cueva El Soplao. Entre los municipios de Herrerías, Valdáliga y Rionansa. De lunes a viernes de 8 a 22 horas, sábados de 10 a 22 horas y domingos de 9 a 15 horas. Teléfono: 902 82 02 82 Precio: 10,50 adultos, niños de 4-16 años, 8 euros.
- Museo de Altamira. Santillana del Mar. Cierra los lunes. Teléfono: 942 818815 - 942 818005  Precio: 3 euros 

Si quieres ver más fotos y saber más sobre viajes te espero en  Facebook y Twitter.

viernes, 13 de mayo de 2011

Lisboa, sabor añejo.

Lisboa es una ciudad que tiene un sabor añejo, tiene un toque decadente que la hace especial y única. Un aire a pasado, a ciudad anclada en el tiempo que hace que nos hipnotice y nos enamore. Da igual que sus calles empedradas sean dificiles de transitar, que sus empinadas cuestas obliguen a más de uno a maldecir o que sus aceras recuerden a épocas pasadas. Da igual si vas con amigos, con tu pareja o con dos niños de 20 meses, como es mi caso. Lisboa enamora por igual a todo el mundo.  

Lisboa desde nuestra habitación
 
Y a nosotros, a pesar de que visitarla con niños se hace más dificil, nos ha encantado. Pero más de una vez he pensado el porqué de la nula accesibilidad de esta ciudad. Deberían mejorar mucho en este aspecto ya que hay gente con movilidad reducida, personas mayores, o familias con niños pequeños que en esta ciudad lo van a pasar mal. Si queréis saber más sobre viajes y movilidad reducida pasaros por Viajeros sin límite, una estupenda web donde encontrar todo sobre turismo accesible y recomendaciones viajeras.

Elevador Da Gloria


Llegar a lisboa en coche ha sido bien fácil ya que cruzando uno de los dos puentes, el Vasco de Gama o el 25 de Abril  ( peaje 1,45 euros), se llega a la ciudad. Por este último se llega muy fácil a la Plaza del Marqués de Pombal, la zona de nuestro hotel.
Plaza del Marqués de Pombal

El Vasco de Gama desde el Barrio Alto

Después de preguntar vía email a varios hoteles sobre la amplitud de las habitaciones ( necesito bastante espacio), nos hemos decidido por el Hotel Tiara Park Atlantic, situado junto a la Plaza Marqués de Pombal y del Parque Eduardo VII, zona moderna de Lisboa y poca distancia del bullicioso centro. Es un 5 estrellas en toda regla y no es barato pero con los niños no me gusta arriesgar.Sin duda uno de los mejores hoteles en los que me alojado y ofrece una buena relación calidad.precio. Os resumo un poco:

El hotel es una maravilla, desde su personal hasta sus  impecables instalaciones o su impoluta limpieza. La habitación, sin ser muy grande, ha sido suficiente. Tiene unas vistas espectaculares de Lisboa y un baño completísimo y lleno de detalles.


Y del desayuno buffet sólo puedo deciros que es uno de los mejores que he probado en mi vida.
La situación es buena y se está muy tranquilo, no muy lejos del bullicio de los barrios típicos lisboetas.
Lo que menos me ha gustado ha sido el precio del parking y de las copas en su elegante bar. Supongo que las cinco estrellas hay que pagarlas...






¡ Un desayuno buffet espectacular!
 BAIXA

Nada mejor al llegar al destino que andar un poco para ir conociendo la ciudad. Nosotros decidimos bajar tranquilamente la bonita y animada Avenida de Liberdade, arteria principal de la ciudad hasta llegar a la zona conocida como Baixa, que acaba en el río Tajo.
En este bulevar, lleno de árboles y jardines, se encuentra el centro financiero de Lisboa con  imponentes edificios, oficinas, grandes hoteles y algunas de las tiendas más lujosas de la ciudad ( para que os hagáis un idea, una especie de Campos Elíseos o Castellana pero de algo más de 1 kilómetro de longitud).


Avenida Liberdade

Al terminar esta avenida llegamos al casco histórico y una de las zonas más concurridas de lisboa, la Baixa. Entre colinas encontramos calles rectas y cuadriculadas, que fueron reconstruidas tras el terremoto que en  1755 asoló la ciudad. Aquí es fácil moverse, no hay empinadas cuestas, ni callejuelas estrechas y es donde más relajado he ido con los niños. Hay  mucho comercio, restaurantes y miles de turistas que pasean por sus calles.
Entre los rincones más siginificativos de la Baixa encontramos amplias plazas coronadas por grandes estatuas y una de las imprescindibles es la bonita Plaza do Rossio, una de las más importantes de la ciudad y de las más visitadas. En esta antigua plaza en el corazón de la Baixa encontramos la estatua de Pedro IV, la bella estación de Rossio o el Teatro Nacional de Doña María II, entre sus atracciones más destacadas.


Plaza do Rossio, el corazón de la Baixa

De las más impresionantes es sin duda la Plaza do Comercio, junto al Tajo y que une la ciudad con el mar. Es grandiosa y luminosa, dando a entender al que llegaba por mar la importancia de la ciudad que se iba a encontrar. En el centro encontramos la estatua central, de José I a caballo.

La inmensa Plaza do Comercio


Al norte de la plaza encontramos el monumental arco de triumfo, con el que empieza La Baixa y su lugar más animado, la Rua Augusta, la calle principal, llena de vida y comercios. La podríamos comparar con las calles peatonales y comerciales de las principales ciudades españolas.
Otro rincón bonito es la Plaza de Figueira, antiguo mercado de la ciduad y con unas preciosas vistas del Castillo de San Jorge y de el barrio de Alfama, o la Plaza de Restauradores, donde desemboca la Avenida de la Liberdade.


Vistas de la Alfama desde Plaza Figueira


Y otra calle que hay que ver es la rua de Santa justa, donde podemos encontrar el elevador más famoso de la ciudad, el elevador de Santa Justa, de 45 metros metros de hierro forjado que te lleva en un pis plas a la Plaza do Carmo, en el barrio de Chiado. Fue diseñado hace más de 100 años por un ingeniero que dicen fue discípulo de Eiffel, y hoy en día es una de las atracciones principales de Lisboa. Os aviso que  hay largas colas para subir que colapsan la acera de la calle.  


Elevador de Santa Justa

Otro curioso elevador que si tuve la suerte de probar fue el elevador Da Gloria, un curioso tranvía que te transporta de la Baixa al barrio alto por una cuesta más empinada que el everest. Por tres euros tienes derecho a un billete de ida y vuelta y te ahorras sofocones y sudores.

Ya culinariamente hablando, sabéis que me encanta probar cosas nuevas cuando viajo y con la gastronomía local disfruto de lo lindo. Ese día comimos en la Baixa, un balacao Grillao ( a la brasa, no confundir con el bacalao a brass, que viene revuelto con huevo), bastante bueno y brocheta de calamares, pasable, pero me hubiera gustado salirme un poco más de tanto restaurante turístico. Que me agobien para entrar a un restaurante no lo soporto. No pudo ser, ya que los niños mandan en los viajes y hubo que parar sí o sí. Después hubó café en la plaza da Figueira admirando el Castillo de San Joge y a una hora prudencial de vuelta al hotel para cenar por los alreddores. Esta vez probé la picanha, estupendo plato con ternera, arroz, patatas y ensalada. Sin duda uno de los puntos fuertes de Lisboa es su estupenda gastronomía y seguro que váis a salir satisfechos con su calidad y precio. 



El día no dió para más. Bueno sí, para ver una final de Copa del Rey en el acogedor bar del hotel cuyo resultado todos sabemos. Y para el día siguiente nos esperan los barrios de Belem y Alfama. De momento Lisboa no me está defraudando.

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