sábado, 17 de julio de 2010

Cenote Dzitnup, la cueva azul

Enigmáticos y mágicos, los cenotes son ríos subterráneos muy habituales por toda la península del Yucatán ( México). Eran lugares sagrados para los Mayas, ya que representaban la entrada al inframundo. La palabra es de origen Maya (Dzonot) y significa pozo. Y esto es precisamente un cenote, una cueva natural excavada en el suelo calizo. Este que visitamos en nuestra estancia en el Yucatán no tiene nada que ver que el famoso y macabro cenote sagrado de Chichén Itzá.

Tened en cuenta que en la Península del Yucatán hay entre 7000 y 8000 cenotes según algunas fuentes. Os dejo algunos nombres de otros cenotes menos conocidos pero igualmente bonitos: Chelentún, Chak-Zinik-Che, Bolom-Chojol, Zací, Kikil, Yokdznonot, Sambula, Xlacah....
Mayan ecotours ofrece, entre otras excuesiones, snorkel a algunos cenotes del Yucatán.


Cenote Dzitnup

Más conocido como Dzitnup, este cenote es una impresionante formación natural subterránea, ubicada a pocos kms de Valladolid, Yucatán. Se le conoce popularmente como la Cueva Azul, por el efecto que produce los rayos del sol al incidir sobre el agua, que hace que se parezca a un espejo azul.

Es probablemente el más fotografiado y conocido del Yucatán y ofrece al que lo visita una espectacular imagen del paraíso.
Al principio se le conocía como Cenote X-keken (cerdito), ya que fue descubierto de manera accidental por un campesino, que buscaba a su cerdito, que se había caído al pozo.
Es visitable y la comunidad que allí vive se encarga de su explotación y cuidado. Además esta permitido el baño, pero cuidado ya que agua es cristalina y fría a partes iguales.
El horario de visita es de 7.00 a 17.00 horas.


Acceso al Cenote

Nosotros lo visitamos de vuelta de Chichén Itzá y nos quedamos maravillados.
Al llegar al destino, unos cuantos niños se nos echan encima y nos intentan vender de todo: postales del cenote, pulseras, artesanía..... Mientras nuestro chofer paga la entrada,( no recuerdo el precio) damos una vuelta por los varios puestos de artesanía local que hay en los alrededores. Hay poco turistas. Tres furgonetas que no hacen más de 20 personas.

Decidimos entrar al cenote y vemos que la entrada es muy estrecha y que hay unas escalinatas para bajar a él. El acceso a esta maravilla natural no es fácil.


Al llegar la postal es de ensueño: el agua es limpia y cristalina y la luz del sol irrumpe en la oscuridad de la cueva para llenarla de resplandor. Sin lugar a dudas es una maravilla de la naturaleza.



Los locales se bañan en él como si fuera lo más normal del mundo pero mi intento se quedó en eso mismo, un amago, ya que no he probado un agua más fría en mi vida. Nos conformamos con sentarnos un rato en el duro suelo de la cueva y contemplar esta creación de la naturaleza excavada en el suelo de este encantador país.