sábado, 30 de agosto de 2008

Día 12 Phuket



De norte a sur: Patong, Karon y kata.

Por la mañana cogemos un tuk tuk hasta la playa de Kata por 160 baths. Esta playa también está muy bien y es muy tranquila. Hay poca gente bañandose porque el agua está un poco agitada ( igual que la playa de karon). Como podeis ver la playa está tranquila y disfrutamos de un gran paseo por la orilla del mar.


La bonita playa de Kata

Volvemos andando hacia Karon en 20 minutos. Hacemos un alto en Dino Park( restaurante temático con mini golf) para tomarnos algo fresco.



¡Que rica la cerveza Leo!


El sol pega muy fuerte y nos cuesta arrancar por fin, quemados y sudorosos, llegamos a nuestra playa. Allí almorzamos en un restaurante muy sencillo pero muy bueno: Sofía Restaurant. Al lado del hotel Orchid Phuket Resort.

Por 330 baths( menos de 7 euros) comemos allí. Luego nos damos un baño en la magnífica y desierta playa y nos vamos para el hotel.


Decorando frutas en Patong Beach

A las 6 salimos a ver la puesta de sol que es maravillosa. Desde luego no hay que perderse una en el sur de Tailandia. Como queremos algo de juerga nos vamos a Patong, que está a 10 minutos en tuk tuk. Negocio y nos sale 400 baths( 8 euros) 6 personas. ( no hubo forma de bajar el precio). La playa de Patong es otro mundo distinto a Karon. Aquí hay mucho ambiente y está lleno de bares, restaurantes, tiendas de todo tipo...Nosotros elegimos Karon por su tranquilidad y por su cercanía a la zona de marcha.

Cenamos en Savoey , gran restaurante con mucho marisco a elegir. Estuvo regular y además la sopa picante tom yam me dió un dolor de barriga que prefiero no recordar. Luego fuimos a Bangla road, calle llena de bares de go gos y ladyboys. Flipamos en esta calle.

Ladyboys en Patong

Muchos bares para turistas

Chicas bailando en un bar

Vaya ambiente que hay aquí. Bares llenos de gente, ladyboys que te paran, discotecas, pubs... Vemos algún pub irlandés con música en directo y mucha gente que te para y te intenta vender algún show, entradas para su garito y mil historias más. Es impresionante el ruido y el movimiento de esta calle. Merece la pena verla aunque sólo sea por curiosodad. De todos modos no nos quedamos mucho ya que hay peligro de que alguna/o te coja del brazo y te lleve para su pub. ¡ No perdonan al turista!
Y después de un rato allí, nos fuimos para Karon alucinando con lo que hay allí metido y dando gracias de estar tranquilos en la playa de Karon.

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